viernes, 24 de octubre de 2008

Benidorm ¿Modelo de turismo ecológico?


Los complejos de casas unifamiliares con jardín etiquetados como turismo verde están muy lejos de serlo. En cambio, los hoteles de 20 plantas concentrados en Benidorm son una modalidad de turismo más ecológico. Ésta es la llamativa conclusión de un estudio elaborado por Antonio Manuel Rico-Amoros, de la Universidad de Alicante, y Jorge Olcina-Cantos y David Sauri, de la Universidad Autónoma de Barcelona. La razón es que el turismo de masas y concentrado en hoteles en rascacielos consume menos territorio y agua que la edificación dispersa. 

Los investigadores han analizado el consumo de agua en los diferentes alojamientos de Benidorm (hoteles, comunidades de propietarios, apartamentos, casas unifamiliares) y constatan que las viviendas unifamiliares con jardín y piscina consumen 590 litros de media al día por persona, frente a los 361 litros que se gastan en un hotel de cuatro estrellas por cliente y día. Los turistas que acuden a hoteles tienden a emplear menos agua que los que optan por las villas o casas, añaden los investigadores. 

Además, el consumo de agua está relacionado directamente con la categoría del hotel. Así, en los de una estrella, los clientes gastan 174 litros al día, en los de dos estrellas son 194 y en los de tres, 287 litros diarios. Estas variaciones se explican por la presencia de una o varias piscinas y a las áreas ajardinadas. En Benidorm predominan los hoteles de tres estrellas, con cerca de 20.000 camas, frente a las 9.000 de los de cuatro y los 6.000 de dos estrellas. 

Por su parte, las casas con jardín y sin piscina consumen 150 litros diarios por persona, los apartamentos sin jardín ni piscina, 142 litros al día, las comunidades de propietarios, 140 litros diarios por inquilino y los camping, sólo 84 litros. Entre los problemas que presenta el urbanismo disperso destaca la mayor pérdida de agua en las redes de distribución, que en algunas localidades de la Costa Blanca llega al 40%. 

La paradoja de que el turismo más ecológico sea el de los rascacielos tiene su explicación en la mayor eficiencia en el uso de recursos (suelo, energía, agua), y en que el modelo de construcción de chalets dispersos necesita más suelo para piscinas, jardines, campos de golf, parques temáticos y centros de bienestar. Las cifras de consumo de agua muestran un mejor uso en Benidorm que en otros pueblos cercanos: en L'Alfaç del Pi, con más viviendas dispersas, el consumo de agua ha crecido un 45% entre 1995 y 2002, frente al 17% de Benidorm entre 1995 y 2003. 

El turismo de masas ha sido acusado de destruir el entorno, pero los autores se preguntan si no es más impactante la proliferación de complejos de villas con campos de golf que sólo se utilizan un mes al año.

1 comentario:

Francisco Miranda dijo...

Pues curiosamente es cierto. Puede que no sea de lo más estético pero el turismo "industrial" es muy democrático y no tan agresivo como se ha querido presentar.